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División anatómica del sistema nervioso: Un análisis detallado en 10 palabras.

En este artículo, exploraremos la división anatómica del sistema nervioso en tan solo 10 palabras.

El sistema nervioso es una red compleja de órganos y tejidos que desempeña un papel fundamental en el funcionamiento del cuerpo humano.

Para comprender mejor su estructura, analizaremos las distintas divisiones anatómicas que lo componen.

Acompáñanos en este análisis detallado para descubrir cómo está organizado el sistema nervioso en apenas 10 palabras.

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División anatómica del sistema nervioso

El sistema nervioso se divide anatómicamente en dos partes principales: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP).

El SNC está compuesto por el encéfalo y la médula espinal.

El encéfalo es la parte más grande y compleja del sistema nervioso, y está dividido en tres partes principales: el cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico.

El cerebro es responsable de funciones como la memoria, el pensamiento, la conciencia y el control del movimiento.

El cerebelo se encarga principalmente de la coordinación motora y el equilibrio.

El tronco encefálico controla funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

La médula espinal, por su parte, se encuentra protegida dentro de la columna vertebral y es responsable de transmitir señales nerviosas entre el encéfalo y el resto del cuerpo.

El SNP se encarga de llevar información entre el SNC y el resto del cuerpo.

Está compuesto por los nervios que se extienden desde el encéfalo y la médula espinal hacia todas las partes del cuerpo.

Estos nervios se dividen en dos tipos: los nervios craneales, que se originan en el encéfalo y se dirigen hacia la cabeza y el cuello, y los nervios espinales, que se originan en la médula espinal y se dirigen hacia el resto del cuerpo.

Además de los nervios, el SNP también incluye los ganglios, que son agrupaciones de cuerpos celulares de neuronas fuera del SNC.

El sistema nervioso periférico se divide a su vez en dos subdivisiones: el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo.

El sistema nervioso somático controla las actividades voluntarias del cuerpo, como el movimiento de los músculos esqueléticos y la percepción sensorial.

El sistema nervioso autónomo controla las actividades involuntarias del cuerpo, como la regulación de la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración.

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El sistema nervioso autónomo se subdivide en dos partes principales: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.

El sistema nervioso simpático se activa en situaciones de estrés o emergencia, y prepara al cuerpo para la acción mediante la liberación de adrenalina, aumento de la frecuencia cardíaca y dilatación de las pupilas, entre otros efectos.

El sistema nervioso parasimpático, en cambio, se activa en situaciones de relajación y descanso, y ayuda al cuerpo a regresar a un estado de equilibrio y recuperación.

Anatomía del sistema nervioso

El sistema nervioso es uno de los sistemas más complejos del cuerpo humano y se encarga de coordinar y controlar todas las funciones del organismo.

Está compuesto por dos partes principales: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP).

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El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal.

El encéfalo se encuentra protegido por el cráneo y se divide en tres partes principales: el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo.

El cerebro es la estructura más grande y se encarga de procesar la información sensorial, controlar los movimientos voluntarios y regular las funciones cognitivas.

El cerebelo se encuentra debajo del cerebro y es responsable de coordinar los movimientos y mantener el equilibrio.

El tronco del encéfalo está compuesto por el bulbo raquídeo, la protuberancia anular y el mesencéfalo, y se encarga de regular funciones esenciales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

La médula espinal es una estructura alargada que se encuentra protegida por la columna vertebral.

Se encarga de transmitir los impulsos nerviosos entre el encéfalo y el resto del cuerpo.

Además, controla los movimientos reflejos y algunas funciones automáticas como la micción y la defecación.

El sistema nervioso periférico está compuesto por los nervios que se extienden desde el sistema nervioso central hacia el resto del cuerpo.

Estos nervios se dividen en nervios craneales, que se originan en el encéfalo, y nervios espinales, que se originan en la médula espinal.

Los nervios periféricos se encargan de transmitir la información entre el sistema nervioso central y los diferentes órganos, músculos y tejidos del cuerpo.

Además de estas estructuras principales, el sistema nervioso también está compuesto por células especializadas llamadas neuronas.

Las neuronas son las células encargadas de transmitir los impulsos nerviosos a lo largo del sistema nervioso.

Están formadas por un cuerpo celular que contiene el núcleo y las organelas, y por prolongaciones llamadas dendritas y axones.

Las dendritas se encargan de recibir las señales de otras neuronas, mientras que los axones transmiten las señales a otras células.

División del sistema nervioso periférico

El sistema nervioso periférico (SNP) está dividido en dos componentes principales: el sistema nervioso autónomo y el sistema nervioso somático.

1.

Sistema Nervioso Autónomo:
El sistema nervioso autónomo (SNA) regula de forma automática las funciones internas del organismo, como la respiración, la circulación sanguínea, la digestión y la respuesta al estrés.

Se divide a su vez en dos ramas principales: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.

Sistema Nervioso Simpático:
El sistema nervioso simpático se activa en situaciones de estrés o emergencia, preparando al organismo para una respuesta de lucha o huida.

Se encarga de acelerar el ritmo cardíaco, aumentar la presión arterial, dilatar las pupilas y liberar adrenalina.

Sistema Nervioso Parasimpático:
El sistema nervioso parasimpático actúa en situaciones de relajación y descanso, restableciendo el equilibrio del organismo después de una respuesta de lucha o huida.

Se encarga de disminuir el ritmo cardíaco, reducir la presión arterial, estimular la digestión y promover la relajación.

2.

Sistema Nervioso Somático:
El sistema nervioso somático se encarga de controlar las funciones voluntarias del organismo, como el movimiento muscular y la percepción sensorial.

Está compuesto por nervios motores, que transmiten señales desde el cerebro y la médula espinal hacia los músculos, y nervios sensoriales, que transmiten señales desde los órganos sensoriales hacia el cerebro y la médula espinal.

Nervios motores:
Los nervios motores transmiten señales desde el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) hacia los músculos, permitiendo el control y la coordinación del movimiento.

Estos nervios son responsables de la contracción y relajación de los músculos esqueléticos.

Nervios sensoriales:
Los nervios sensoriales transmiten señales desde los órganos sensoriales (como los ojos, los oídos y la piel) hacia el sistema nervioso central, permitiendo la percepción del entorno y la respuesta a estímulos externos.

Estos nervios son responsables de la visión, la audición, el tacto y otros sentidos.

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