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Circulación mayor y menor: el flujo vital en nuestro cuerpo

En el fascinante mundo del cuerpo humano, existen numerosos sistemas y procesos que trabajan en conjunto para mantenernos vivos y saludables.

Uno de los sistemas más importantes es el sistema circulatorio, encargado de transportar la sangre y los nutrientes a través de todo nuestro organismo.

Dentro de este sistema, encontramos dos tipos de circulación: la mayor y la menor.

En esta ocasión, exploraremos en profundidad estos dos flujos vitales y cómo contribuyen a nuestra salud y bienestar.

Acompáñanos en este recorrido por la circulación mayor y menor y descubre cómo el flujo sanguíneo es esencial para mantenernos en funcionamiento.

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Circulación mayor y menor en el cuerpo humano

La circulación mayor y menor son dos sistemas de transporte de sangre en el cuerpo humano.

La circulación mayor, también conocida como circulación sistémica, es la encargada de llevar sangre oxigenada desde el corazón hacia todos los tejidos y órganos del cuerpo, mientras que la circulación menor, también conocida como circulación pulmonar, se encarga de llevar sangre desoxigenada desde el corazón hacia los pulmones para ser oxigenada nuevamente.

La circulación mayor comienza en el ventrículo izquierdo del corazón, donde la sangre rica en oxígeno es bombeada a través de la arteria aorta.

La arteria aorta es la principal arteria del cuerpo humano y se divide en arterias más pequeñas que se ramifican en diferentes direcciones, llevando la sangre oxigenada hacia los diferentes tejidos y órganos.

Una vez que la sangre oxigenada ha llegado a los tejidos y órganos, los capilares sanguíneos permiten el intercambio de oxígeno y nutrientes con las células, y recogen los desechos metabólicos y el dióxido de carbono.

La sangre desoxigenada, rica en dióxido de carbono, es recogida por las vénulas y llevada a las venas, que se van uniendo formando venas de mayor tamaño hasta llegar a la vena cava superior e inferior.

Estas venas llevan la sangre desoxigenada de regreso al corazón, específicamente a la aurícula derecha.

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A partir de la aurícula derecha, la sangre desoxigenada es bombeada hacia el ventrículo derecho del corazón.

Desde el ventrículo derecho, la sangre es impulsada hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar.

En los pulmones, se produce el intercambio gaseoso, donde la sangre recoge oxígeno y elimina el dióxido de carbono.

La sangre oxigenada regresa al corazón a través de las venas pulmonares, las cuales desembocan en la aurícula izquierda.

Desde la aurícula izquierda, la sangre oxigenada es bombeada hacia el ventrículo izquierdo, y así comienza nuevamente el ciclo de circulación mayor.

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La circulación mayor en el cuerpo humano

La circulación mayor en el cuerpo humano, también conocida como circulación sistémica, es el proceso por el cual la sangre es bombeada desde el ventrículo izquierdo del corazón a través de la arteria aorta hacia todo el cuerpo, y luego regresa al corazón a través de las venas cavas.

Durante este proceso, la sangre rica en oxígeno se distribuye a todos los tejidos y órganos del cuerpo, suministrando los nutrientes necesarios y eliminando los productos de desecho.

La circulación mayor es esencial para mantener la homeostasis del cuerpo y garantizar su correcto funcionamiento.

La arteria aorta es el vaso sanguíneo principal de la circulación mayor.

Desde la aorta, la sangre es distribuida a través de ramificaciones arteriales más pequeñas, conocidas como arterias, que se encargan de llevar la sangre a los diferentes órganos y tejidos del cuerpo.

Estas arterias se ramifican en arteriolas, que a su vez se dividen en capilares.

Los capilares son los vasos más pequeños y delgados del sistema circulatorio.

Aquí es donde ocurre el intercambio de gases, nutrientes y productos de desecho entre la sangre y los tejidos.

Los capilares se unen para formar vénulas, que a su vez se agrupan para formar venas.

Las venas son los vasos sanguíneos encargados de retornar la sangre desoxigenada y cargada de productos de desecho desde los tejidos y órganos de vuelta al corazón.

Las venas se agrupan en venas cada vez más grandes, hasta llegar a las venas cavas (superior e inferior), que llevan la sangre de vuelta al corazón, específicamente a la aurícula derecha.

El flujo de sangre a través de la circulación mayor es impulsado principalmente por la contracción rítmica del corazón, conocida como el ciclo cardíaco.

El corazón actúa como una bomba, empujando la sangre a través de las arterias y manteniendo el flujo sanguíneo constante.

Además del corazón, otros factores como la elasticidad de las arterias, la presión arterial y la contracción de los músculos esqueléticos también contribuyen a la circulación mayor.

Diferencia entre circulación mayor y menor

La circulación mayor y menor son dos sistemas de transporte de la sangre en el cuerpo humano.

A continuación, se detallan las principales diferencias entre ambos sistemas:

1.

Circulación mayor: También conocida como circulación sistémica, es el sistema de transporte de la sangre que lleva la sangre oxigenada desde el corazón hacia todo el cuerpo, suministrando oxígeno y nutrientes a los tejidos y recogiendo dióxido de carbono y otros desechos metabólicos para ser eliminados.

2.

Circulación menor: También conocida como circulación pulmonar, es el sistema de transporte de la sangre que lleva la sangre pobre en oxígeno desde el corazón hacia los pulmones, donde se produce el intercambio de gases, eliminando el dióxido de carbono y recogiendo oxígeno para ser transportado de vuelta al corazón.

3.

Órganos involucrados: En la circulación mayor, la sangre es bombeada desde el corazón hacia las arterias principales, que se ramifican en arteriolas y luego en capilares, donde se produce el intercambio de gases y nutrientes con los tejidos.

Luego, la sangre desoxigenada regresa al corazón a través de las venas, para ser bombeada nuevamente al sistema pulmonar.

En la circulación menor, la sangre es bombeada desde el corazón hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar, donde se produce el intercambio de gases antes de ser devuelta al corazón a través de las venas pulmonares.

4.

Oxigenación de la sangre: En la circulación mayor, la sangre se oxigena en los pulmones durante el proceso de inspiración y expiración, donde se lleva a cabo el intercambio de gases entre el aire y la sangre en los alvéolos pulmonares.

En la circulación menor, la sangre se oxigena en los tejidos a través del proceso de respiración celular, donde los nutrientes se descomponen y se libera energía, produciendo dióxido de carbono y otros desechos metabólicos.

5.

Presión sanguínea: La circulación mayor tiene una presión arterial más alta que la circulación menor, ya que la sangre debe ser bombeada a través de todo el cuerpo y enfrentar la resistencia de los vasos sanguíneos.

En cambio, la circulación menor tiene una presión arterial más baja, ya que la sangre solo debe llegar a los pulmones para ser oxigenada.

Cuida tu circulación, cuida tu vida.