En el mundo de la química, una sustancia disuelta se refiere a una sustancia que se ha mezclado completamente con un solvente, formando una solución homogénea.
Estas soluciones son de vital importancia en numerosos campos, ya que permiten la transportación de sustancias, la reacción entre diferentes compuestos y la obtención de productos finales.
En este contenido, exploraremos la denominación de las sustancias disueltas y sus características principales, brindando una visión general sobre este fascinante fenómeno químico.
Acompáñanos en este recorrido por el mundo de las soluciones y descubre cómo influyen en nuestro día a día.
Sustancia disuelta: denominación
Una sustancia disuelta se refiere a una sustancia que ha sido disuelta en un solvente.
La denominación de una sustancia disuelta se puede determinar a partir de varios factores, como su composición química, su concentración y el solvente utilizado.
En términos generales, la denominación de una sustancia disuelta se puede especificar utilizando su nombre químico o su fórmula química.
Por ejemplo, si una sustancia disuelta es cloruro de sodio, su denominación sería NaCl.
Si la sustancia disuelta es ácido clorhídrico, su denominación sería HCl.
Sin embargo, en muchos casos, la denominación de una sustancia disuelta se basa en su nombre común o en su función.
Por ejemplo, si una sustancia disuelta es sal de mesa, su denominación sería simplemente “sal”.
Si la sustancia disuelta es jugo de naranja, su denominación sería “jugo de naranja”.
Es importante tener en cuenta que la denominación de una sustancia disuelta puede variar dependiendo del contexto.
Por ejemplo, si una sustancia disuelta es un medicamento, su denominación podría incluir la marca comercial del producto.
Si la sustancia disuelta es un aditivo alimentario, su denominación podría incluir el número E asignado por la Unión Europea.
Características de las disoluciones
Las disoluciones son mezclas homogéneas formadas por un soluto y un solvente.
A continuación, se presentan algunas características importantes de las disoluciones:
1.
Homogeneidad: Las disoluciones son mezclas homogéneas, lo que significa que sus componentes están distribuidos de manera uniforme a nivel molecular.
No se pueden distinguir las partículas del soluto y del solvente a simple vista.
2.
Transparencia: Las disoluciones suelen ser transparentes, lo que significa que permiten el paso de la luz a través de ellas sin generar turbidez.
3.
Estabilidad: Las disoluciones son estables, es decir, las sustancias que forman la disolución no se separan o sedimentan con el tiempo.
Sin embargo, algunas disoluciones pueden ser inestables y formar precipitados o cristales a medida que se evaporan o se enfrían.
4.
Cantidad de soluto y solvente: Las disoluciones pueden variar en la cantidad de soluto y solvente que contienen.
Se pueden preparar disoluciones diluidas (poca cantidad de soluto en relación al solvente), disoluciones concentradas (gran cantidad de soluto en relación al solvente) y disoluciones saturadas (cantidad máxima de soluto que puede disolverse en un determinado volumen de solvente a una determinada temperatura).
5.
Conductividad eléctrica: Algunas disoluciones son conductoras de la electricidad, mientras que otras no lo son.
La capacidad de una disolución para conducir electricidad depende de la cantidad de iones presentes en ella.
Las disoluciones acuosas de sales, ácidos y bases son ejemplos de disoluciones conductoras.
6.
Punto de ebullición y punto de fusión: Las disoluciones pueden tener puntos de ebullición y puntos de fusión diferentes a los de sus componentes puros.
Esto se debe a que la presencia del soluto altera las fuerzas intermoleculares presentes en la disolución.
7.
Presión de vapor: La presencia del soluto en una disolución afecta la presión de vapor del solvente.
En general, la presión de vapor de una disolución es menor que la del solvente puro.
8.
Viscosidad: La presencia de un soluto en una disolución puede afectar la viscosidad del solvente.
En algunos casos, la viscosidad puede aumentar debido a las interacciones entre las moléculas del soluto y del solvente.
Características de una disolución
Una disolución es una mezcla homogénea de dos o más sustancias, donde la sustancia que se encuentra en mayor cantidad se denomina solvente y las sustancias presentes en menor cantidad se llaman solutos.
A continuación, se presentan algunas características importantes de las disoluciones:
1.
Homogeneidad: Las disoluciones son mezclas homogéneas, lo que significa que las sustancias que las componen están distribuidas de manera uniforme a nivel molecular.
Esto se debe a que las partículas de los solutos se dispersan en el solvente de forma muy pequeña, lo que evita que se vean a simple vista.
2.
Transparentes: La mayoría de las disoluciones son transparentes, lo que significa que permiten el paso de la luz a través de ellas sin dispersarla ni absorberla de manera significativa.
3.
Estado físico: Las disoluciones pueden presentarse en diferentes estados físicos, como sólido, líquido o gaseoso, dependiendo de la naturaleza de las sustancias que las componen.
Por ejemplo, una disolución de sal en agua puede ser líquida, mientras que una disolución de oxígeno en nitrógeno puede ser gaseosa.
4.
Concentración: La concentración de una disolución se refiere a la cantidad de soluto presente en una determinada cantidad de solvente.
Puede expresarse de diferentes formas, como porcentaje en masa, porcentaje en volumen, molaridad, normalidad, entre otros.
5.
Solubilidad: La solubilidad es la capacidad de una sustancia para disolverse en otra.
Algunas sustancias son altamente solubles en un solvente determinado, mientras que otras son poco solubles o incluso insolubles.
6.
Conductividad eléctrica: Algunas disoluciones pueden conducir la electricidad, mientras que otras no.
La capacidad de una disolución para conducir la electricidad depende de la presencia de iones libres en la disolución.
Por ejemplo, una disolución de sal en agua es conductora porque se disocia en iones positivos y negativos que pueden moverse bajo la influencia de un campo eléctrico.
7.
Punto de ebullición y punto de fusión: La presencia de un soluto en un solvente puede afectar los puntos de ebullición y de fusión de la disolución en comparación con el solvente puro.
Por ejemplo, una disolución de sal en agua tiene un punto de ebullición más alto y un punto de fusión más bajo que el agua pura.
8.
Presión de vapor: La presencia de un soluto en un solvente también puede afectar la presión de vapor de la disolución.
La presión de vapor es la presión ejercida por las partículas de un líquido en equilibrio con su fase gaseosa a una temperatura determinada.
La adición de un soluto no volátil disminuye la presión de vapor de la disolución en comparación con el solvente puro.
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