Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de San Francisco y la facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos), y publicado en la revista científica “Neuropathologica” revela que existen 90 puntos en el genoma en los que las variantes específicas de ADN incrementaron las posibilidades de desarrollar alzhéimer y, a su vez, los niveles en la sangre de colesterol HDL y LDL y triglicéridos (factores de riesgo de enfermedad cardiovascular).

Este trabajo es una iniciativa surgida a raíz de que la comunidad científica haya observado que un gran número de pacientes diagnosticados con este tipo de demencia también muestran signos de enfermedad cardiovascular en los estudios postmortem.
Gracias a este nuevo estudio, los investigadores confirmaron que seis de estas 90 regiones tenían efectos «sobre todo el genoma» muy fuertes en la enfermedad de Alzheimer y niveles elevados de lípidos en la sangre, incluidos varios genes que nunca se habían relacionado con el riesgo de demencia. Estos incluyeron varias áreas dentro de la región CELF1 / MTCH2 / SPI1 en el cromosoma 11, que previamente se había relacionado con la biología del sistema inmunológico.
Una de las autoras principales del estudio, Iris Broce-Diaz, explicó que «estos resultados sugieren que tanto la enfermedad cardiovascular como el alzhéimer podrían estar influenciados por defectos genéticos que afectan la capacidad del organismo para procesar los lípidos de forma correcta».
La buena noticia es que con este descubrimiento sería posible reducir, tratando con fármacos para regular los niveles de colesterol, retrasar a su vez la aparición del tipo de demencia más frecuente en el mundo.