En nuestra vida cotidiana existen distintos factores de riesgo cardiovascular que pueden afectar a nuestra salud y funcionamiento normal del corazón, esto es lo que llamamos enfermedades cardiovasculares o enfermedades cardiacas.
Factores de riesgo asociados a la enfermedad cardiovascular
Una vida saludable con actividad física y buena alimentación ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular, por el contrario, factores como el sedentarismo, la obesidad, el estrés crónico o el tabaco son claves y suponen un problema en la salud cardiovascular. Estos factores de riesgo pueden desencadenar en un acumulo de colesterol en nuestras arterias, en diabetes o en hipertensión, problemas que en consecuencia derivan en enfermedades cardiovasculares.
Otro factor de riesgo cardiovascular que se ha añadido en los últimos años a raíz de numerosas investigaciones ha sido la herencia genética. Estudios recientes han mostrado que algunos genes podrían estar asociados a la predisposición de casos de hipertensión, diabetes tipo 2 o hipercolesterolemia familiar, así como, en el desarrollo de la enfermedad arterial coronaria o el infarto de miocardio
Desde la Fundación Española del Corazón nos asesoran y explican de los distintos factores de riesgo cardiovascular.

¿Cuáles son los tipos de enfermedades cardiovasculares?
Entre las enfermedades cardiovasculares, destaca el infarto de miocardio, el tromboembolismo venoso, la enfermedad coronaria isquémica, la insuficiencia cardiaca, las arritmias y las cardiopatías congénitas, entre otras. Todas estas dolencias están ocasionadas por los factores de riesgo cardiovascular que hemos mencionado.
- El infarto de miocardio se produce cuando las células del corazón mueren debido a que no les llega el oxígeno necesario, bien por alguna obstrucción de las arterias o por estenosis de estas.
- Cuando nuestras venas se obstruyen se produce un tromboembolismo producido en su mayoría por coágulos y, en menos ocasiones, por aire o grasa.
- La enfermedad coronaria isquémica está causada por arterioesclerosis, es decir, cuando se produce una acumulación de colágeno, de células sanguíneas o de grasa en las arterias. En consecuencia, se obstruyen y provoca un estrechamiento de las mismas que no deja pasar la sangre hasta el corazón.
- En el caso de la insuficiencia cardiaca, el corazón no es capaz de bombear de manera adecuada la sangre para que llegue el oxígeno de manera adecuada a los órganos.
- Las arritmias son lo que conocemos como “palpitaciones”, se producen por una alteración en el ritmo cardiaco del corazón.
- Por último, en el caso de las cardiopatías congénitas, existe un porcentaje bajo de casos que pueden estar ligados a mutaciones genéticas. En una cardiopatía congénita lo que ocurre es que se produce una malformación en la estructura del corazón en el periodo embrionario.
La herencia genética como factor de riesgo cardiovascular
En 1990 se descubrió el primer gen asociado a la miocardiopatía hipertrófica. A partir de entonces, se ha avanzado bastante en el estudio de las distintas enfermedades cardiovasculares y su posible asociación a la herencia genética.
Cada vez son más las investigaciones que avalan la necesidad de realizar un estudio genético en familias con enfermedades cardiovasculares. “Es muy importante detectar si existe predisposición genética ante alguna enfermedad cardiovascular, ya que es un factor de riesgo añadido a los demás”, explica Ana de la Encarnación, directora técnica de BiobookLab, que añade que “además, en función de los resultados el diagnóstico y pronóstico puede variar”.
Desde la Fundación Española del Corazón dan importancia al estudio de los factores de riesgo genéticos y ponen de ejemplo un estudio realizado a 4.645 pacientes en los que identificaron claramente distintas variaciones genéticas presentes en el cromosoma 9 asociadas al infarto agudo de miocardio.
Hay que tener en cuenta que en muchas de estas enfermedades cardiovasculares no solo influye la predisposición genética, por lo que siempre hay que tener en cuenta el resto de factores de riesgo.

Entonces, ¿se heredan las enfermedades de corazón?
Es muy importante tener en cuenta los antecedentes familiares a la hora de realizar un estudio de enfermedades cardiovasculares, pero la herencia genética no es un factor de riesgo que podamos controlar o modificar, por lo que tendremos que poner nuestros esfuerzos en reducir el resto de factores que sí podemos mantener a raya.
Para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares ya hemos comentado la importancia de una vida cardiosaludable que permita reducir al máximo los posibles factores de riesgo cardiovasculares. ¿Cómo? Evitando el sedentarismo, haciendo deporte, llevando una dieta equilibrada y diciendo “NO” al tabaco. Todos estos factores de riesgo cardiovascular son modificables, es decir, podemos influir en ellos y decidir. Todos estos factores de riesgo cardiovascular son modificables, es decir, podemos influir en ellos y decidir. En cambio los factores genéticos no, por eso es importante valorar con el especialista la posibilidad de realizar un test genético que ayude a detectar los posibles signos de alerta y realizar un diagnostico personalizado.