Si bien la infertilidad ha sido durante mucho tiempo un término tabú que suponía un estigma social, una gran frustración y un duro golpe para la autoestima personal por el hecho de no poder tener hijos, hoy en día, afortunadamente, existen muchos métodos que pueden favorecer la reproducción a ese 15% de las parejas que tienen problemas a la hora de concebir hijos. Unos métodos a los que se suma el movimiento asociativo, que es cada vez mayor y que también ayuda, tanto a mujeres como a hombres, a comprender el por qué y el cómo actuar cuando no es posible gestar un embarazo.
¿Cuál es la diferencia entre esterilidad e infertilidad?
Es habitual utilizar los términos esterilidad e infertilidad como sinónimos, pero hay que aclarar que no tienen el mismo significado.
La esterilidad, al igual que la infertilidad, es la incapacidad de lograr la gestación, pero en este caso usamos el concepto esterilidad cuando, después de intentarlo durante más de un año, no es posible. Esto es debido a que existe algún tipo de limitación en cuanto a la capacidad reproductiva.
En cambio, la infertilidad es la imposibilidad de mantener o gestar un embarazo a térmico. Esto puede estar causado por abortos de repetición, muerte fetal intrauterina, parto prematuro, la no implantación del cigoto, entre otros factores.

Causas de infertilidad femenina
A pesar de que entre el 25-35% de los casos de infertilidad es el hombre el que tiene mayor dificultad para procrear, la edad avanzada de las mujeres que hoy en día desean quedarse embarazadas es la principal causa de infertilidad. El periodo de fecundidad de las féminas es entre los 20 – 30 años, a partir de esa edad la fertilidad va disminuyendo de forma progresiva y lo hace de forma más acusada a partir de los 35 años (y mucho más a partir de los 38 años).
Otras causas de la infertilidad femenina pueden ser lesiones en las trompas de Falopio, anomalías uterinas, endometriosis, factores genéticos, problemas de coagulación, problemas o falta de ovulación, enfermedades de transmisión sexual, estrés, obesidad y hábitos de vida poco saludables.

Tipos de infertilidad femenina
La edad media en la que las mujeres acuden a clínicas de fertilidad está en los 38 años, cuando, como hemos mencionado, disminuye drásticamente la fertilidad. Muchas de estas mujeres padecen los siguientes tipos de infertilidad femenina:
- Anovulación. Algunas mujeres no consiguen ovular de manera normal, es decir, no se libera el ovocito del ovario por falta de maduración de este, lo que se denomina anovulación. Este tipo de infertilidad femenina puede estar causada por factores genéticos, problemas autoinmunes, o deficiencias en la regulación de las hormonas que controlan el funcionamiento de los ovarios.
- Anomalías o lesiones en las trompas de Falopio, así como malformaciones congénitas de las trompas, también afecta a la fertilidad de las mujeres. En estos casos es posible conseguir un embarazo si no están las dos trompas de Falopio afectadas.
- La endometriosis es una enfermedad benigna que sufren algunas mujeres en la que se produce un acúmulo de tejido endometrial fuera del útero, este tejido suele aparecer en los ovarios impidiendo la salida del ovocito, y en consecuencia produciendo la infertilidad femenina.
- Los problemas en el útero. Anomalías en el tejido endometrial, malformaciones congénitas o tumoraciones son las principales causas.
- Las hormonas controlan de manera directa tanto el ciclo menstrual de las mujeres, como la implantación y desarrollo del embarazo. Cuando estas se ven alteradas causan infertilidad. Si estas alteraciones no se tratan a tiempo pueden producir abortos, hipertensión gestacional y preeclampsia.
Todos estos problemas deben ser valorados por un médico para poder tomar las medidas adecuadas.
Asimismo, los problemas de coagulación también están asociados a la infertilidad de las mujeres, provocando problemas en la implantación del feto y abortos. Las trombofilias hereditarias tienen un papel importante en este tipo de infertilidad. Hoy en día existen herramientas que ayudan al diagnóstico de estos trastornos, con un sencillo test genético podemos analizar el estado de los genes asociados a los distintos factores de coagulación que afectan.
Por otro lado, el embarazo es una situación de tolerancia inmunológica, ya que el embrión contiene información genética del padre, lo que supone un elemento extraño en el cuerpo de la madre. Existen unas moléculas llamadas HLA en el embrión y unos receptores KIR en las células maternas que intervienen en dicha tolerancia. En esta situación ocurre algo parecido a los trasplantes, si hay rechazo se producen abortos. Cuando suceden varios abortos de repetición es importante realizar un estudio de compatibilidad genética para descartar que la causa sea un problema de tolerancia inmunológica.
Dichos estudios genéticos deberán ser supervisados y prescritos por el médico especialista.
Causas de infertilidad masculina
Como ya hemos mencionado, la infertilidad masculina afecta alrededor del 35% de parejas que tienen problemas de para concebir. Puede estar causada por alteraciones morfológicas en el aparato reproductor masculino, alteraciones en la producción del semen, anomalías o malformaciones en los espermatozoides, disminución en la concentración de espermatozoides, factores genéticos y hormonales, así como el estrés, obesidad o hábitos de vida.
Tipos de infertilidad masculina
En la mayoría de los casos, la infertilidad masculina se debe a la escasa cantidad o ausencia de espermatozoides en el semen, lo que provoca directamente la esterilidad del hombre. Cuando existe una falta de producción de esperma lo llamamos azoospermia y cuando existe poca concentración de esperma oligospermia.
La azoospermia tiene un componente genético, alteraciones en el gen AZF, localizado en el cromosoma Y, provocan la ausencia de espermatozoides ya que se encarga del control de la espermatogénesis.
En los casos de azoospermia es importante realizar un test genético para descartar las causas, ya que existen otros factores ambientales como el tabaco, alcohol o infecciones que pueden causar la falta de esperma.
Existen casos en lo que el problema está en la eyaculación, el semen no logra salir al exterior, esto se denomina aspermia. La causa más común es la obstrucción del conducto seminal.
La infertilidad masculina también se da cuando la movilidad de los espermatozoides se ve afectada o la morfología de estos es anómala, o en los casos en los que existe algún problema en la vesícula seminal dando lugar a un volumen bajo de semen.

Una vez repasados los posibles problemas de fertilidad, tanto para las mujeres como para los hombres, lo más importante es mirar al futuro con optimismo, pensar que hoy en día hay herramientas que pueden ayudar y, sobre todo, confiar en los médicos a la hora de tomar decisiones y ver las opciones que existen.